En un jardín, todo espacio y sus elementos deben estar sabiamente integrados. En el caso de los jardines unifamiliares hay un elemento ya cotidiano, incluido hoy día en la casi totalidad de ellos con el que hay que tener especial acierto en su tratamiento, me refiero a las piscinas que tanto disfrutamos y nos refrescan en los días estivales.

Este elemento acuático si no se integra bien en un jardín unifamiliar puede hacer desmerecer todo el conjunto del jardín.

No me refiero a la correcta ubicación de la piscina; que el arquitecto que ha ejecutado la vivienda unifamiliar o bien el propio cliente ya sabe que siempre que sea posible será orientada al mediodía; sino a su tratamiento e integración en el jardín, esto es, cuanto más desapercibida pase mejor pues ello prueba que la hemos sabido naturalizar e integrar dentro de nuestro jardín casi como si se tratase de un estanque natural.

Hoy día se realizan piscinas naturales, donde el agua es filtrada por plantas depurativas y oxigenadoras que prescinden totalmente de cloro, sal, sistemas de electrólisis y otros productos químicos. Estas piscinas naturales que se están imponiendo muy rápido por Europa y también en España, son tan naturales que hasta se puede disfrutar de un baño con peces si deseamos tenerlos en ella y por añadidura nos ofrecen la ventaja estética de una belleza tan singular como la propia naturaleza.

Sin necesidad de ejecutar una piscina de este tipo, que a pesar de ser un poco más elevado su coste merece la pena por su futuro ahorro en mantenimiento y productos, podemos realizar una piscina convencional lo más integrada en nuestro jardín adecuándola al estilo del mismo y arquitectura de nuestra vivienda.

El Estudio del Paisajismo le ayuda a ello, viendo la mejor manera de integrarla en la mencionada trenza, arquitectura, jardín y elemento acuático.